jueves, 29 de septiembre de 2011

Capítulo 4.

Pasaron un par de minutos y fuimos a comer a un restaurante, no le hablaba a mi padre y mucho menos a mi madre...
-Ana, no estés así, no es para tanto, otro día acompañada de alguien los verás...
-Mamá, sabes perfectamente que sí son importantes para mí, y no poco, puedes acompañarme , lo sabes, pero no, prefieres amargar a tu hija y fastidiarle la vida, quedándote aquí para, como si nada, antes de hacer a tu hija feliz, así eres de buena madre, ahora me doy como eres de verdad.
En ese momento me pegó un tortazo, volví la cabeza hacia ella mientras tenía la mano en el lado de la cara en el que me había dado.
La miré como jamás lo había echo, nunca me había pegado mi madre, es más, era ella quien me defendía cuando me enfadaba con mi padre.
-No te creía capaz de hacer esto, ya no solo me has defraudado como madre, si no también como persona- dije mientras me alejaba corriendo de ella.
Comimos tranquilamente, demasiado diría yo, ni una sola frase dijimos en toda la comida. Yo miraba a mi madre con mala cara, quería que sintiera lo que en estos momentos sentía gracias a ella.
-No me mires así, no seré la ultima persona que te "fastidie la vida" como tu dices-dijo en tono desafiante.
-...-prefería no hablar, controlarme, al fin y al cabo era mi madre.
Prefería pasar de ella, los minutos iban pasando y cada vez faltaba menos para las 5. Decidí ir al bajo, bajando las escaleras de aquel mediocre restaurante, me paré:
-¿Se puede saber que sigo haciendo aquí?Puede ser que vuelva la oportunidad o puede ser que solo haya una en la vida-pensé.
Así que lo tenía claro, iba a ir a las 5 a la plaza del Sol, sea como sea.
Salí del baño y le dije a mi madre, con la misma mirada de antes, que iba a hablar afuera con el móvil, me esta llamando Lara.
Cuando me vi fuera de aquel antro corrí, corrí como si se acabase el mundo, faltaban 5 minutos para las 5 y estaba a 10 minutos de la plaza. Cuando estaba llegando a la plaza , ya podía ver que estaba allí los chicos,me sonó el movil: MAMA.
-Hija ,¿dónde se supone que estas?
-Tú me dijiste que no serías la última en "fastidiarme la vida" y ahora yo te digo otra cosa: Tampoco serás la primera en hacerlo-en aquel momento colgué el teléfono, sin dejar que me contestara.

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