Capítulo 38.

Caminaba por la calle pensando qué le diría a Niall cuando me preguntase por lo que había sucedido.  Abrí  la puerta, entré y vi como allí estaba él sentado en el sofá, sin televisión ni ordenador encendido, intentando imitar que estaba leyendo una revista con el único fallo que estaba al revés aquella revista, estaba segura que me estaba esperando, y al ver que había llegado, había cogido lo primero para disimular.

Me miró, le miré, solté el bolso y corrí hacia él.  Le abracé lo más fuerte que pude y le susurré al oído:” Hazme la mujer más feliz del mundo por favor”

Me miró extrañado y me preguntó:

-¿Qué ha pasado?

-Nada, he sido una tonta por ir, jamás debería de haber ido, y jamás debería de haber estado con esa persona, ahora me arrepiento-le sonreí-bueno, deja de hablar y bésame-dije guiñándole el ojo.

Justo en ese mismo instante, se oyeron pasos bajando las escaleras, creíamos que estábamos solos en casa, pero no fue así. Nos dimos cuenta como una melena rizada morena torcía el pasillo, era Harry con Claudia.

-Anda, hola, no sabíamos que estabais aquí-dije.

-Sí, estábamos en mi habitación, pero no os preocupéis, nos vamos ya-dijo Harry sonriente.

-¿Os esperamos a cenar?-preguntó Niall.

-No, no, cenaremos fuera, no os preocupéis-respondió Harry-Venga Claudia, salgamos-dijo cogiéndola de la mano.

Ya estaba fuera de la casa.

-Y bien, ¿Dónde me llevarás esta noche?-dijo saltando de felicidad Claudia.

-Donde tú quieras princesa-dijo Harry besándola.

-Llévame a un sitio insignificante para los demás, pero que sea el más especial para nosotros