No sabía qué hacer, asique decidí quedarme allí pensando. ¿Ahora qué pasaría con mi vida? ¿Viviría una chica de 14 años sola? Después de esto, ¿qué pasará con los chicos? Y sobre todo, ¿qué he hecho yo para merecerme esto? Algo interrumpió mis pensamientos.
-¿Me puedo sentar contigo?
Era Niall.
-Claro-dije secándome las lágrimas con mis propias manos.
-Lo siento, de verdad-dijo.
-Niall, me diste tu palabra…-dije volviendo a llorar.
-L o sé y lo lamento. ¿Sabes? Yo perdí a mis padres en un accidente cuando yo tenía 4 años, crecí sin padres.
-Lo siento, no lo sabía.
-Con esto te quiero decir que aquí no acaba la vida, la vida sigue. Estoy seguro que tu madre desde donde esté estará orgullosísima de ti-me dijo abrazándome.
-La verdad, es que no sé qué haría si no estuvieras aquí conmigo, de verdad-dije mientras soltaba la última gota por mis ojos.
-Volvamos al hospital, yo me encargaré de todo.
-¿Te puedo pedir un favor?-le dije
-No hace falta que lo preguntes.
-¿Me puedo ir a casa? Ahora mismo lo que menos me apetece es ver a gente que me recuerde a mi madre. Me iré a casa a descansar. Dile a los demás que estoy en casa, que no se preocupen por mí.
-Como quieras-dijo dándome un beso de despedida.
Llegué a casa, tenía una llamada perdida en el teléfono pero ni siquiera me di cuenta. Subí a mi habitación, tiré en el suelo mi bolso y me tumbé en la cama mirando el techo. Poco a poco mis ojos se llenaban de lágrimas, poco a poco me daba cuenta de todo lo que estaba sucediendo.
ME GUSTA SIGUE PRONTO
ResponderEliminarJoder! ya loo lograste... estoy llorando
ResponderEliminar